¿Cómo derrotamos a Milei?


Por Raúl Valle


El régimen libertario de tipo extrema derecha se acerca a más de medio año de gobierno. Sus actos confirman día a día lo denunciado por nuestro diario apenas asumido (Ver :https://circulodetrabajadores.blogspot.com )


Para este cometido, el bucleador y endeudador Luis Caputo realizó una devaluación a partir de diciembre que dejó los salarios a la baja, entre otras cosas.


Los gobiernos anteriores llevaron, también, la inflación para confiscar los salarios por la clase capitalista, una respuesta tibia fue la de algunos sindicatos para contener la situación explosiva, pero en la actualidad los aumentos decretados por el gobierno son de casi siete veces más en alimentos, en nafta, en alquileres, en expensas, en alquileres, en remedios, de transportes, etc.


Un ataque a la universidad pública está en curso por el gobierno donde se prepara por medio de los trabajadores, docentes y estudiantes una nueva marcha récord de asistencia.


En la actualidad, los aumentos de salarios de la clase trabajadora registrada fue apenas de tres veces y fue mucho menos en los monotributistas y en negro. Y la burocracia actual de la CGT está en tregua.


Federico Sturzenegger, agente del imperialismo reconoce el maltrato de las políticas en el mercado exterior yanqui porque le han cerrado los ingresos de su mercados. Mientras otros países de Latinoamérica y propios sectores burgueses de Argentina se colocan en mercados como Brasil, China y Rusia.


Luis Caputo con Milei recorren las metrópolis imperialistas mendigando préstamos para que ayuden a retrasar la catástrofe económica que se avecina. Se sigue aumentando la deuda, están en trámite otros 40 mil millones de dólares para pasar este año. 


El dibujo del déficit fiscal no tranquiliza a los banqueros y a la burguesía contratista del estado que ya tienen los nervios de punta con el desastre financiero.


Además de desvalorizar el peso, hoy el dólar libre está a $1355, el régimen triplicó los aumentos de impuestos a los trabajadores, mientras reducen a la oligarquía (casta) financiera y agroexportadora.


El choque con las retenciones a los terratenientes y pulpos sojeros del campo es el temor de perder el poder fiscal y recaudatorio para la impagable deuda externa.


El intento de recaudación, será pese a fortalecer el estado fiscal, por eso el recurso de las privatizaciones (Ámbito Financiero 12/8) es otro repetido fracaso de las políticas de Menem que igual repite el Kirchnerismo con su apoyo con la Ley Bases.


La cristalización de la entrega nacional a los monopolios extranjeros por los gobiernos kirchneristas, macristas ya suman una capa de Milei, es el plan REGI, que consta de inversiones a la manera de los paraísos fiscales en materia laboral o zonas francas de trabajo en negro como sucede en países de centroamerica, africanos o norcoreanos.


En realidad son sectores financieros que con sus fusiones en diversificadas áreas simulan la concentración de la propiedad en pocas manos, un ejemplo es el suelo argentino en la entrega a las mineras y la plataforma submarina como es las Malvinas a las manos de petroleras.


Sucede que este es el capital extranjero, y nacional, que por un cambio de las oscilaciones internacionales intentó reconstruir el Kirchnerismo, pero que solo ayudó a que se lave la cara con las políticas distributivas. 


De fondo, es una una burguesía internacional y nacional que no contribuye al progreso del país, sino que crea dificultades porque no gira las remesas, y gravitan en el mercado financiero, o circula en negro, o en la especulación por medio de tenedores de deuda para su propia capitalización, un ejemplo es el blanqueo de Macri o el de Milei en unos días.


En la actualidad, otro ejemplo es el antecedente del RIGI, YPF que ya cotizaba en bolsa, donde el capital extranjero y financiero adquirió el paquete de acciones y el dominio como el grupo financiero Black Rock. Quién tenga el 40 % de acciones de una empresa, ya tiene su poder.


Mientras esto sucede hace décadas, el nacionalismo Kirchnerista presentó a YPF como una expropiación o una recuperación nacional. Una empresa del estado, decían. En realidad era un RIGI de Milei.


En este escenario, el gobierno de Milei se decidió por la depreciación de la moneda, preferible y más fácil que la dolarización, permite el saqueo del país por los monopolios imperialistas, y coloca la economía en estanflación, mientras los que dicen que ahora no hay aumentos de precios, esconden la baja de los salarios. Una manera de lograr más pesos por dólar.


Los actos del gobierno liberal lesionan cada día más los intereses y sentimientos de la población trabajadora, por eso la necesidad de gobernar con DNU o con la complicidad de la oposición (Ley Bases, Kirchnerismo-peronismo-burocracia de la CGT) y el protocolo represivo de Bullrich, medidas del tipo ultra-derecha, junto a dar pie a las fuerzas armadas en los conflictos internos por venir en el país. 


El gobierno de Milei sufre un constante proceso de descomposición, renunciaron un montón de funcionarios, puso muchos de sus ñoquis, amigos, y familiares en el estado, en el área de Capital Humano, peleas internas, y , está obligado a insertar a la casta de Macri en su gobierno pretendiendo negar “el peculado” del oro de éste y del actual ministro, es decir, el mismo de aquel, el suyo, Luis Caputo.


Para acabar con Milei y abrir una salida de los trabajadores y una soberanía nacional es importante desenmascarar el oportunismo de derecha como es el macrismo, que es un bloque único con el gobierno que le da su partido el PRO pero también con la UCR que como el tero grita por izquierda pero siempre pone los huevos a la derecha. 


También el rol de la Izquierda parlamentaria como el FITU, clavada en los sillones de las bancas parlamentarias, que pretendió una salida con 15 diputados o ser la tercera opción del régimen democrático, o votar a Massa, en conjunto fue una política liquidacionista para una política socialista.


Igual los votantes por medio de su experiencia y al ver que el FITU que no se diferenció del Kirchnerismo, les negó el voto y la confianza, Milei con una estructurada agitación electoral llamó a terminar con el populismo por derecha, decidido más que la izquierda.


Es decir, la izquierda electoral al desconocer el proceso dialéctico no puede estructurar, todavía, un movimiento obrero combativo y de izquierda. 


Está a tiempo, pero no es cuando crea ilusiones en pedir un plan de lucha a la burocracia de la CGT que ya declaró la paz social con el gobierno al pactar la continuidad de los aportes compulsivos en los sindicatos y el negociado de las obras sociales


Igual, Milei al tener que recurrir a este extremo de intentar terminar con el populismo por métodos de la derecha, cabó su propio pozo y seguro pide el salvataje del peronismo. 


Se está abriendo un capítulo, un paso a una nueva generación de lucha de trabajadores y estudiantes clasistas que se lo va a llevar puesto a él y sus alcahuetes.


La era del distribucionismo y el nacionalismo ha entrado en descomposición (Caso Chávez-Kirchnerismo), los zig zag, los ruidos, y chispas que piden negociación o salvataje por izquierda de estos sectores burgueses está llegando a su fin, no llevaron, ni llevarán a ninguna revolución o poder triunfante, su posición de conciliación de clases entre posiciones políticas de izquierda y derecha, dan paso a la derecha.


Un ejemplo es el de Chávez, dolarizó la economía de Venezuela, mientras Milei no lo puede hacer en Argentina.


Las luchas reivindicativas de las masas obreras, desocupados, estudiantes, mujeres trabajadoras y desocupadas para su triunfo están estrechamente relacionadas para poner fin a este régimen decadente y asegurar un nuevo tipo de sociedad. 


Sin lucha, sin asambleas, sin una tendencia antiburocratica que recuperé la dirección de los sindicatos, y sin una movilización permanente que pugne por la realización de la huelga general para derribar este régimen capitalista, no podrá asegurar el pan y la vivienda para todos y tampoco una paz duradera entre los pueblos de la región.


Milei cada día aumenta el números de enemigos, y explota en sus contradicciones internas, se hunde, y para que la derecha oportunista no despliegue su demagogia y del otro lado, la izquierda parlamentaria no lleve a la pasividad a las masas, necesitamos un Partido de Trabajadores 


También un programa, con la unidad de los sectores que luchan sin exclusión, en un Congreso, con una prensa que debata sus posiciones de clase por medio de tendencias y fracciones con aportes, el desarrollo del frente único y la defensa de la teoría socialista por medio de la fuerza y una convicción del triunfo de la voluntad.



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