La economía mundial es un castillo de barajas

Por Alejandro Guerrero

En 2024 se cumplirá el quinquenio de menor crecimiento de la economía mundial en las tres últimas décadas, según el Grupo Banco Mundial.

Y todo promete empeorar. Si hasta ahora las cosas se mantuvieron relativamente estables, se debió a la fortaleza, también relativa, de la economía norteamericana.

Pero ahora, los anuncios del aumento del desempleo en los Estados Unidos -un anuncio de recesión- ha convertido a las finanzas internacionales en  un tembladeral. Añádase a eso la inestabilidad política propia del periodo de pre-guerra que vivimos y se verá la perspectiva de un derrumbe global. Entretanto, la desaceleración de las economías avanzadas lleva a las rezagadas a niveles de miseria.

En este 2024 el aumento del comercio mundial será apenas la mitad del registrado durante la década anterior a la pandemia.

Por su lado, el costo del dinero se encarece especialmente para los países pobres, sobre todo, como es el caso argentino, para los que tienen bajas calificaciones crediticias.

El crecimiento sigue en descenso: fue de 2,6 por ciento en 2023 y cae a 2,4 por ciento en 2024, y baja ¾ punto porcentual promedio respecto de la década de 2010 (téngase en cuenta que entonces se sufrió la crisis de 2007/2008). Los países rezagados crecerán un 5,5 por ciento menos de lo que indicaban todos los pronósticos.

Indermit Gill, economista en jefe del Grupo Banco Mundial, recuerda que una de cada tres personas tiene acceso precario a los alimentos.

Esto es: la tercera parte de la población mundial está subalimentada o directamente pasa hambre, esto cuando por primera vez la humanidad está en condiciones de satisfacer todas sus necesidades y crear necesidades nuevas, que eso es el desarrollo cultural.

Son datos que por sí demuestran que la burguesía -la imperialista y la que no lo es porque no le da el cuero- ha perdido todo derecho a conducir la sociedad, a ser clase dominante.