¡Por Criminal! ¡Renunciá Lugones!

 

Por Raúl Valle

El fentanilo se utiliza en la anestesia para los pacientes en cirugía. Es una responsabilidad extrema en las áreas de asepsia en el inicio de una operacion. Se coloca por un anestesista en un área cerrada. Pero el fentanilo estaba contaminado y los operadores del gobierno junto a los proveedores fueron los que asesinaron conscientemente a más de 157 pacientes en cirugías. El principal responsable es el Ministro Lugones

La crisis sanitaria desatada por el fentanilo contaminado en Argentina, ha manifestado la necesidad de la emergencia en Salud Pública. Es parte del saqueo presupuestario a la salud pública, y negocios capitalistas. Los parásitos del gobierno como el Ministro Lugones, solo se representan a sí mismos en las mismas infecciones bacterianas en esta contaminación mortal.  

Estamos hablando de un brote de infecciones bacterianas graves, dentro de las ampollas de fentanilo se encontraron la bacteria Ralstonia Picketti y Klebsiella pneumoniae, responsables de la neumonía que junto a la morbilidad de los pacientes provocan un deceso seguro, sobre todo en adultos mayores. Las muertes de los pacientes se presentaba como infección intrahospitalaria cuando la responsabilidad era de las propias ampollas infectadas. Se trata del laboratorio HLB Pharma Group y el laboratorio Ramallo, un oscuro entramado de capitalistas, burócratas, barones del conurbano, jueces, con el encubrimiento peronista de gobiernos anteriores y encubrimiento del gobierno actual de Milei.

Encima no se declaró la emergencia sanitaria en los hospitales. Milei ya se declaró contra los cuidados de salud en pandemia, menos lo va a hacer ahora, por eso tienen que renunciar por el bien de la salud trabajadora.

Milei en el gobierno ha puesto en evidencia una gestión ministerial marcada por la negligencia, la falta de controles y la subordinación a intereses oscuros. Es la clara ideología del mercado. También hay que averiguar, la entrada y relación en la tercerización con farmacéuticas imperialistas enroladas con farmacéuticas nacionales que ponían en el mercado el fentanilo a bajo costo y sin control, puede ser el secreto de estos crímenes. Además, también, al pasar las ampollas de envase de vidrio a plástico pone en peligro su manipulación. 

El ministro de Salud, Mario Lugones, debe renunciar de inmediato por su responsabilidad directa e indirecta en esta tragedia. El imbécil llamó a sus colegas ministeriales, porque se echan la culpa mutuamente, pidiendo que no se metan en su área y no lo “quemen”.

La responsabilidad política de Lugones

El titular de la cartera sanitaria ha sido señalado como el principal responsable político de las muertes vinculadas al fentanilo adulterado. Organizaciones como Fesprosa (Federación de Profesionales de la Salud) han detallado que 97 muertes se atribuyen al medicamento contaminado y 60 a demoras en la entrega de tratamientos 

La desidia del Ministerio de Salud, bajo su dirección, permitió que los lotes tóxicos circularan sin los debidos controles, a pesar de que la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) depende de su órbita. Depende de Lugones. Sí, es el que ataca a los chicos del Garrahan y a los hospitales públicos, también a las escuelas de enfermería.

El propio Lugones reconoció que "el decomiso aún no terminó", admitiendo que el fentanilo contaminado podría seguir en circulación. Esta afirmación no solo evidencia una falta de control, sino también una gestión reactiva en lugar de preventiva. Como todo reaccionario y privatista responde solo ante los hechos consumados.

El gobierno de Javier Milei ha mostrado una clara connivencia con los laboratorios involucrados. Se exige la detención del dueño del laboratorio responsable como cortina de humo.

El ministro Lugones ha sido señalado por priorizar los intereses de las empresas sobre la salud pública. Por ejemplo, fue accionista y jerarca del Sanatorio Güemes, como titular de la empresa Silver Cross America Inc. En el año 2000 fundó y quedó al frente también de la Fundación del mismo sanatorio. En el año 2002 creó y dirigió durante ocho años la Cámara de Entidades Prestadores de Salud – CEPSAL. También es accionista de Prestaciones Integrales de Salud (Pressal). De hacer negocios con la salud se trata. Un mercachifle de la salud.

El dueño del laboratorio HLB Pharma Group y Ramallo responsable por los crímenes en salud declaró y apuntó contra Lugones y Santiago Caputo (asesor clave del presidente), sugiriendo un entramado de complicidades 

La ANMAT, bajo la órbita de Salud, fue cuestionada por retirar tardíamente las dosis adulteradas, acción que el gobierno intentó atribuir a Lugones

El ejecutivo ha intentado obstruir la investigación judicial para evitar que se determine la cadena de responsabilidades.

El gobierno recusó al juez federal Ernesto Kreplak, a cargo de la causa, bajo el argumento de un "vínculo familiar" no especificado.

Mientras tanto, no hay ningún detenido a pesar de 96 muertes confirmadas (y al menos 76 solo en 2025) . Todavía faltan más.

Esta estrategia recuerda a la utilizada en el caso de Julio De Vido, ex ministro procesado por corrupción, y busca desviar la atención de la responsabilidad ministerial. Parece que también en este caso de corrupción y crímenes hay una cola de Julio De Vido. Veremos.

Lugones ha demostrado una gestión autoritaria y errática dentro del sistema de salud:

Forzó el vaciamiento presupuestario y  la renuncia del Consejo de Administración del Hospital Garrahan, por una casta de Milei y de gerentes y doctores de dudosos antecedentes.

El silencio de Lugones a iniciar la crisis (lo apodaron "el ministro mudo") contrastó con la gravedad de las muertes.

¡Renuncie ya!

El ministro Lugones encarna una gestión fallida que prioriza la desregulación y los intereses corporativos sobre la vida de los argentinos. Las 157 muertes evitables y la falta de respuestas claras lo convierten en un obstáculo, cómplice, para la transparencia y la justicia.

Exigimos su renuncia inmediata, así como una investigación independiente que determine todas las responsabilidades, incluyendo las de quienes desde el gobierno intentaron proteger a los laboratorios.

Que se lo impute como reo y se le secuestre el celular.

Para los delegados de los hospitales es prioritario está denuncia. Por medio del debate y asambleas con mandatos. Es importante las denuncias para salvar vidas y cuidar a los pacientes y al equipo de salud. Y que de paso a un control autónomo de los equipos de salud de cada hospital.

 Actualmente el Fitu se encuentra paralizado al respecto, muchas de sus organizaciones no ven un canal de desarrollo en las denuncias de corrupción porque no alimentan sus aparatos. 

¡Defendamos la salud de los trabajadores!

raulvallemore@gmail.com