El hambre como arma estratégica para la guerra capitalista

 

Por Raúl Valle

 En la era de la conquista de América Latina, el imperio español mató a la población nativa por explotación en las minas y con hambre.

Luego con la formación de los estados "nación" está situación continuó, por ejemplo, en la patagonia, en las estancias y grandes haciendas inglesas se asesinó con sicarios a los pueblos originarios y luego se dejó morir de hambre a sus familias, se cobraba 115 pesos por cada cabeza que se entregaba al patrón de estancia. En Argelia, se los quemaba vivos y decenas de miles murieron de hambre bajo dominio francés. Como todo método colonial despojaba los alimentos y la tierra para abastecerse, y creaba los latifundios capitalistas, y obligaron por medio del fusil a depender de sus amos o colonos. En la India británica, además de cortar los dedos a las niñas para que abandonen sus telares artesanales para dejar paso a la importación de la industria textil, se sumó la hambruna de Bengala que dejó más de 3 millones de muertos. El imperio británico confiscó barcos y bloqueó el comercio local, como lo hizo con la guerra del opio en China.

En Ucrania, por decisión de Stalin, en las colectivizaciones forzosas y el robo de granos para la burocracia estalinista, casi 4 millones murieron de hambre. 

En Hiroshima y Nagasaki, todavía la tierra tiene restos de radiación y la recuperación agrícola tardó años tras la destrucción total de la logística e infraestructura. Hubo casi 200 mil muertes y 150 mil heridos y con efectos de la radiación.

Estados Unidos, con sus aviones, en la guerra de Vietnam rociaron con sustancias químicas como el “agente naranja” a la población civil, y además de provocar una de sus mayores matanzas, dejaron morir a los habitantes de hambre porque sus cultivos ya no eran aptos para la siembra e interrumpieron los caminos para el circuito interno del comercio. También en Corea, Afganistán e Irak, la destrucción de la economía agrícola, las bases de suministros de agua potable fueron atacados como estrategia bélica. No fue un daño colateral, como se sostuvo desde las fuentes diplomáticas del imperialismo, para desconocer los crímenes de guerra ante los fueros internacionales.

Actualmente en Gaza, desde el 2023, participan empresas bélicas como Intracom Defence y otras ligadas a senadores del parlamento de Estados Unidos. También Google, Microsoft, Meta, y Amazon, desarrollan la logística y comunicación para blancos militares civiles. Se ha incrementado las muertes por bala de 70 mil civiles y de centenares por muertes de hambre. En plan de guerra, el sionismo, es en  destruir la agricultura, las fuentes de agua, los  caminos y hospitales, que muestran, además, a Gaza como un centro de desarrollo de armas para la tercera guerra mundial. Es la utilización estratégica del imperialismo para seguir probando la bomba más mortífera que es el hambre para asesinar a los pueblos. Peor que la bomba atómica, y más barata.