El piquete de mujeres Alemanas que derrotó a Goebbel y a los nazis

  

               Mujeres en lucha en Alemania en la actualidad

Por Estrella Mores

Luego del fracaso nazi de la política de guerra total por medio de la Blitzkrieg en Europa y la derrota de Stalingrado en 1942, y la lucha de clases, quedó al descubierto la miseria de la estrategia social, política y militar de Hitler.


Con varios países de Europa y los Balcanes invadidos, las caídas de reservas y de la industria bélica llegaron a su límite, a pesar que en el frente interno y el estado Alemán impuso una severa disciplina patronal-civico-militar.


 A la burguesía se le indultaron las deudas y se unificó toda la clase capitalista contra los trabajadores con una furiosa reforma laboral, se pagaron sueldos de hambre, se extendió la jornada de trabajo, se liquidó las comisiones internas y toda oposición a la superexplotación laboral, también, se combinó la mano de obra esclava, y se incorporó en forma desesperada a las mujeres a las fábricas por falta de hombres.


La preocupaciones del régimen de las rebeliones sociales estaban al orden del día, en Holanda en 1941 una huelga explotó contra los maltratos y traslados compulsivos de opositores a centros clandestinos, y en Bélgica salió la famosa huelga de los 100 mil, en Francia una huelga de los metro-luchadores del subte fue el punto de apoyo para la huelga general del 45 que luego liberó al país y puso a De Gaulle de florero, en Checoslovaquia, en Yugoslavia, en Grecia, se armaba la guerrilla combinado con métodos de acción directa, pese a la traición del estalinismo que especulaba con acuerdos secretos con Hitler, los trabajadores escaparon de las direcciones , por momentos, de la colaboración de clases y escribieron su propia historia, aunque no está muy estudiada, casi oculta.


La historia de las 600 mujeres que salieron y se plantaron en un piquete en 1943 en las oficinas de Joseph Goebbel, alcalde de Berlín, fue el resultado de los hilos de continuidad del movimiento obrero y contra la colaboración de clases. 


La tradición de lucha del movimiento socialista junto a sus secciones femeninas, pese a ser sus referentes desaparecidas, no pudo ser aniquilada y fue el punto de vanguardia de un cambio, aunque parcial.



Salieron a defender a sus esposos por el arresto de 2000 trabajadores por ser judios, los cuales fueron llevados a las oficinas de detención. Fue un piquete que se inició con una mujer y luego en una semana, día y noche, se extendió a 600.  Mientras las SS y la Gestapo con amenazas, tiros y empujones no las pudo desalojar. Se quiso imponer el protocolo represivo.


La política de Joseph Goebbel era la Solución Final de judíos y socialistas de Berlín, pese que en un inicio se toleraban los matrimonios mixtos, la presión por los divorcios y la disminución de casamientos fue una fuerza creciente, paso de un %45 a un %15.


Cómo había casi 20 mil parejas mixtas se intensificaron los arrestos y deportaciones a centros de detenciónes nazis.


Las SS y la Gestapo retiró a muchos trabajadores de sus lugares de trabajo de las industrias de material bélico, 10 mil fueron trasladados a diferentes puntos, 8 mil a Auschwitz, y 2 mil de matrimonios mixtos a las oficinas de Rossentrafg, en Berlín.


Goebbel ante el temor de una conmoción pública y revuelta tuvo que ceder al petitorio de las mujeres y liberar a los 2000 trabajadores detenidos, principalmente porque el imaginario de la derecha es que la lucha feminista esconde un potencial revolucionario y socialista.


Como Berlín era una ciudad cosmopolita, y de matrimonios mixtos, con este contexto social de agudizar la lucha de clases, detuvo al jerarca de sus intenciones y al ser derrotado, también, hizo sacar las estrellas amarillas de los sacos de los judíos para fabular que ya no existían en “su” ciudad.


Es importante superar las interpretaciones sionistas de una complicidad y el silencio total de la población con el nazismo, a pesar que se sabía, y muchos no eran afectados, dado que la propia ideología sionistas fue la primera en acordar con Hitler, y hasta de negar en sus inicios los centros de los holocaustos y las visas a los que huían del exterminio a Nueva York.


También, es necesario chocar con el estalinismo, que negó la preparación de la insurrección en Alemania para su liberación, y ejecutó una política liquidacionista con el movimiento obrero y de mujeres y lo suplantó por una invasión y ocupación de aparato militar luego de la derrota del nazismo.


Con este ejemplo histórico de la lucha parcial de mujeres de Alemania y las del movimiento obrero con sus organizaciones quedó demostrado que se puede luchar contra cualquier protocolo represivo, como los de Goebbel hasta los de Milei y Bullrich que aunque mientan y mientan, sabemos que no van a quedar...



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