"Venezuela, con ninguno de los dos demonios"

Raúl Valle y Alejo

La ex-presidenta aterrizó en México y seguirá hasta el próximo miércoles con una charla y una serie de reuniones preparadas con las autoridades del partido oficialista Morena. 

En su exposición de este sábado intentó dar críticas al gobierno de Javier Milei y a su antecesor, Mauricio Macri, de utilizar la política internacional para validar la política interna cuando de lo que se trata, también, es que los gobiernos nacionalistas son tributarios de esa política internacional, la del imperialismo y las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) que apoyaron y evitó mencionar.

Así, destacó la labor de Lula, López Obrador, Petro por la diplomacia exterior venezolana para una salida supuestamente indolora, mientras que en las políticas internas de estos mandatarios tienen a más de la mitad de la población de sus países en la pobreza y con las necesidades mínimas para el acceso a la alimentación, educación, vivienda y salud.

También se refirió a los límites actuales de las sanciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) a Venezuela por esconder las actas electorales pero que ella ya había dejado sus ilusiones por la política llevada a cabo en Malvinas.

Solo con llegar a esta conclusión evidencia el grado de sometimiento dado que la OEA, nacida en 1945, desde sus inicios tuvo un carácter proimperialista: no reconoce como país y niega la soberania a Cuba desde 1960, apoyó la intervención militar en Republica Dominicana en 1965, validó claramente el golpe militar de Pinochet en Chile en 1970, en sus inicios no condenó el golpe y las violaciones de derechos humanos en Argentina de 1976, hace poco facilitó el golpe a Zelaya en Honduras, y otros.

Cristina Kirchner desconocerá acaso que esta organización internacional posee el proceso más arbitrario y burocrático de representación por países, no registra y pone su vista ciega a las violaciones de los derechos humanos, es la organización más corrupta y que no da cuentas de sus finanzas, ni actas, y sin transparencia para las actividades en la región.

Cristina Kirchner ha adherido en Venezuela a la teoría de los dos demonios (en Venezuela "no hay diablos ni ángeles") y decidió subirse al carro de Biden-Lula y pedir que se publiquen las actas electorales, aunque en su caso lo hace en nombre "del legado de Hugo Chávez".

El pedido de exhibir las actas es un intento de añadir tiempo suplementario y alargar el partido, pero incluso en ese punto ¿qué actas serán válidas? ¿Las del gobierno, que lo dan ganador, o las de los opositores de derecha, que se dan ganadores a sí mismos?

Todo marcha en Venezuela hacia una salida de fuerza.