La cuestión de poder

 

Escribe Ariel Roc*

Sobre la cuestión del poder, yo concluyo que hay que apelar a cierta pedagogía básica de conceptos y ejemplos para que cualquier persona de a pie, y especialmente el pueblo trabajador que vive alienado, marginado y sometido, puede entender que es la cuestión fundamental definir quién está al frente del Estado, quién maneja los recursos que genera la sociedad y bajo qué sistema.

Es prioritario porque corremos el riesgo de que entren los reformismos, los democratismos y cualquier otra variante reformista, que da por asumido que la gente está de acuerdo o acepta el sistema capitalista como el marco político en el cual hay que moverse y por ende hay cosas que no se pueden cuestionar o que son incólumes a partir de su existencia, cuando en realidad son los pilares principales que nos martillan la cabeza y nos hace sonar el látigo en el lomo.

Esto lo digo así porque le vengo prestando mucha atención por ahora al único político que sostiene una propuesta destituyente, y a su vez lo hace dentro de la ley y el orden que supone una asamblea legislativa como pasó luego en el 2001 pero acá llamando a que el gobierno actual se vaya, sin esperar que eso suceda como le ocurrió a De la Rúa, echado el 20 de diciembre de ese año.

Y yo veo que no da puntada sin hilo el ex secretario de comercio Guillermo Moreno, porque ha logrado formar un consejo de todas las tribus del peronismo para discutir justamente un plan económico y si bien es verdad que financia cierto sector de la patria contratista y de la burguesía nacional porque él "ASUME" de que la única forma de sacar el país adelante es con una reindustrialización y un cambio de actores en el propio gobierno central, hasta incluso para rediscutir la deuda externa, es por ello que de alguna forma aparece casi como un aliento de esperanza frente al desamparo general.

Digo esto porque en el taller donde trabajo me han confesado algunos activistas de años que siempre votaron a la izquierda mostrarse abiertos y atentos al discurso de Moreno. Y me lo han dicho sabiendo quién soy yo y de dónde vengo y con todos mis años de militancia a la izquierda por lo cual tomo nota con mucha atención porque es evidente que las condiciones actuales de la sociedad no pueden prolongarse mucho más allá en el tiempo y sus consecuencias.

Ahora, volviendo a la cuestión del poder es verdaderamente el único motivo por el cual vale la pena organizarse y volcar recursos de tiempo, dinero lugar y salud al momento de asumir que uno puede y debe construir una alternativa superadora a esta porquería de realidad que nos asola permanentemente.

Yo recuerdo con cierto cariño aquellos editoriales de Prensa Obrera que siempre terminaban con ese llamamiento conclusión el último párrafo planteando la necesidad de un gobierno de los trabajadores.

Y creo que hoy más que nunca, "quien logre pararse sobre un cajón de manzanas o un tacho de basura en la plaza y que pueda explicar didácticamente cómo organizar una rebelión popular y a su vez asumir tareas de gobierno para que efectivamente se vayan todos y no vuelva ni uno solo", es el que se va a quedar como dice la perinola, tomando todo.

*Trabajador de Metrovías, ex delegado del taller Rancagua