El "molinetazo en el subte"
Aun sin asambleas, el cuerpo de delegados del subte ha decidido la apertura de molinetes este lunes por las demandas de sus propios trabajadores y contra el tarifazo que, de aplicarse, transformará al subterráneo en un transporte de lujo, o prohibitivo, y contra el que nada se ha hecho hasta ahora.
La medida es avalada por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte
(CATT), que especuló con la posibilidad de que la CGT levantara el paro del 9 de mayo (finalmente se hará). Se debe recordar que la restitución del impuesto al salario -mal llamado “a las ganancias”- afecta de manera plena a los trabajadores del transporte. La
CATT no podía quedarse paralizada ante esa barbarie gubernamental.
La CATT es un conglomerado de burocracias sindicales que se ven apremiadas en estas circunsntancias por el ataque frontal del gobierno y la necesidad de darle respuesta.
La gigantesca movilización del 23 de abril muestra, además, que terminó la primavera de Milei y hasta sus propios votantes salen a la protesta. Como dijo Moyano, “si levantamos el paro del 9 me tengo que ir a vivir a Pakistán”.
La realidad aprieta, como lo aprieta a Moyano la bronca de sus bases porque el gobierno no le homologa el convenio, por más que Luis Caputo haya intentado descompromir con una compensación no remunerativa que sólo aumentó la bronca.
La CATT ha decidido un pliego de demandas de ocho puntos, pero ni se habla de un plan
de lucha que pueda obtenerlas. Es el viejo problema de la burocracia sindical: el continuo tire y afloje, la búsqueda de conciliación y la necesidad de no verse superadas por sus bases.
Cìrculo de Trabajadores
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